De vender caramelos a ser la persona más rica del mundo: cómo hizo su fortuna Carlos Slim

Nacido en el seno de una familia libanesa, el mexicano Carlos Slim se adentró en el mundo de los negocios desde muy pequeño.
La vida le presentó varias peripecias, pero, a base de estudio, habilidad y aprendizaje, logró sobreponerse a ellas y, finalmente, se convirtió en la persona más rica del mundo.
A continuación, un recorrido completo por esta destacada historia de progreso.
Una familia de negocios: los orígenes de Carlos Slim
Cuando tenía apenas 14 años, Julián Slim Haddad emigró desde Líbano hasta Ciudad de México para escapar de las garras del Imperio Otomano. Aunque la apuesta era arriesgada, ya que ni siquiera hablaba español, supo progresar y fundó, junto a su hermano, “Estrella Oriente”, una mercería que pronto se convirtió en una de las más importantes de la capital del país.
Pero a partir de 1910, debido al estallido de la Revolución Mexicana, el panorama se complicó para los empresarios forasteros. Ante ello, Slim encontró la solución en la comercialización de propiedades: compraba viejos caserones, que nadie se atrevía a adquirir debido a la incertidumbre política y económica, los revalorizaba y luego los vendía.
Julián Slim Haddad, padre de Carlos, emigró a México para huir del Imperio Romano. Foto: página Carlos SlimEl éxito de Slim fue tal que, para 1920, tenía varias empresas y bienes raíces distribuidos por la ciudad, cuyo valor en conjunto se estimaba en 100.000 dólares.
En 1926, contrajo matrimonio con Linda Helú, también descendiente de libaneses y con quien, en poco más de una década, tuvo seis hijos. El 28 de enero de 1940, Linda dio a luz al anteúltimo: Carlos Slim Helú.
El padre de la familia decidió instruir a sus hijos en materia de negocios desde que éstos eran muy pequeños. A todos les dio una libreta, que supervisaba semanalmente, donde debían anotar los ingresos y egresos. Es decir: el hoy reconocido empresario hace balances desde niño.
Cuando tenía solamente 10 años, Carlos descubrió un lugar donde vendían golosinas al por mayor. Ante ello, se le ocurrió comprar caramelos y revenderlos afuera de su casa.
Increíblemente, el pequeño tuvo muy buenas ganancias. Gracias a ellas y a sus conocimientos económicos, en menos de dos años, abrió una chequera y compró acciones del Banco Nacional de México.
Linda Helú con cinco de sus hijos, entre ellos Carlos Slim. Foto: página de Carlos SlimAl notar el espíritu emprendedor de su hijo, Julián decidió enseñarle a leer documentos financieros, con el fin de que aprendiera a interpretar cuál era la mejor acción a realizar con sus tenencias. Así entonces, Carlos ni siquiera era mayor de edad cuando ya había logrado tener sus ahorros.
Pero en 1953, el pequeño sufrió la muerte de su padre, que ocurrió de manera repentina. Por esto, tuvo que hacerse cargo de la empresa y de su familia.
Entonces, invirtió todo su capital para apuntalar el negocio de su papá, y tuvo que aprender a vivir modestamente junto a su madre y hermanos.
Así pasó su vida Carlos, hasta que se graduó de la escuela y comenzó a estudiar Ingeniería Civil en la Universidad Nacional Autónoma de México.
En esa institución, a la par que estudiaba, impartía clases de álgebra y programación lineal. Y al mismo tiempo que hacía todo ello, se mantuvo siempre activo en el mercado financiero.
Finalmente, en 1961 y luego de presentar su tesis titulada “Aplicaciones de la Programación Lineal en Ingeniería Civil”, logró graduarse de la carrera.
Luego de graduarse de la universidad, Carlos Slim fundó Inbursa. Foto: página Carlos SlimCuatro años después de recibirse, con 25 años, fundó una inversora bursátil llamada Inbursa. A través de ella, hacía algo parecido a lo que, décadas atrás, había hecho su padre: compraba empresas industriales y las revalorizaba.
Con las ganancias obtenidas, Slim reinvertía en la misma empresa o se expandía a otras industrias o sectores.
Gracias a este método, adquirió una gran cantidad de compañías de diversos rubros, entre ellas una embotelladora y una productora de calendarios. Asimismo, creó y presidió varias empresas dedicadas al sector inmobiliario y a la construcción.
Para 1966, Carlos había logrado un pasar económico que le permitía sostenerse y, entonces, contrajo matrimonio con Soumaya Domit Gemayel, con quien a lo largo de los años tendría 6 hijos.
Carso y América Móvil, los pilares de su fortuna
El empresario siguió creciendo y diversificando su accionar hasta que en 1980, finalmente, juntó a todas sus empresas en el grupo Carso, conglomerado que abarca negocios del ámbito de la construcción, la infraestructura, la energía y la investigación, y que pronto se convertiría en uno de los más grandes de América Latina.
Con esta nueva empresa, Slim continuó con su antigua práctica: comprar barato, revalorizar y volver a vender. Así, Carso se expandió muchísimo, partiendo desde los bienes raíces hasta llegar a incluir compañías de tabaco.
En 1980, Carlos Slim creó el grupo Carso. Foto: EFE/ Mario Guzmán En 1982, debido a la crisis económica de México, muchos inversionistas se fueron, pero Slim, al igual que lo había hecho su padre ante la Revolución Mexicana, siguió apostando al país y decidió comprar las empresas que estaban en crisis.
El propio Carlos, años más tarde, dijo: “Si mi padre, en plena revolución, con la nación sacudida, sin todavía tener familia, siendo extranjero y sin el arraigo que te da el tiempo, confió en el país, ¿cómo no iba a hacerlo yo?”
Nuevamente, con idéntica metodología, Slim logró sortear las dificultades y, para finales de la década, había acumulado una importante fortuna y era de los empresarios más exitosos de México.
Fue entonces cuando inició sus negocios en Estados Unidos, invirtiendo en marcas conocidas como la cadena de cafeterías Denny’s y la de chocolates Hershey’s. Al mismo tiempo, compró varias compañías de seguros, que luego agrupó en Inbursa Seguros.
En 1990, luego de que el presidente Carlos Salinas de Gortari anunciara el proceso de privatización de los servicios del Estado, Slim, en asociación con dos empresas extranjeras, adquirió el 53% de las acciones Telmex, por lo que Carso se amplió hacia el sector de las telecomunicaciones.
Auditorio de Telmex, la empresa que adquirió Slim en 1990. Foto: EFE/Francisco GuascoAdemás, el grupo del empresario fundó Telcel, otra compañía de comunicaciones, pero de celulares.
El mexicano no paraba de aumentar su fortuna y, en 1991, apareció por primera vez en la lista Forbes de las personas multimillonarias. No obstante, a fines de esa década, dos sucesos le complicarían su bienestar.
El primero ocurrió en 1997, cuando tuvo que ser intervenido en una cirugía a corazón abierto en un hospital de Houston, Texas. Mientras terminaba la operación, una válvula del órgano se rompió y el empresario sufrió una intensa hemorragia por la que estuvo al borde de la muerte durante 24 horas.
Finalmente, Carlos logró sobrevivir, pero dos años después, recibiría otro golpe inesperado: el fallecimiento de su esposa.
Afectado por las tragedias, Slim se alejó paulatinamente de la dirección ejecutiva de sus empresas, y delegó ese rol en sus hijos Carlos, Patrick y Marco Antonio, quienes heredaron el cargo principal en Telmex, Carso e Inbursa, respectivamente. Mientras tanto, continuó como presidente de Telmex, reservándose la última palabra en los asuntos importantes.
Por problemas personales, Slim se alejó de la dirección ejecutiva de sus empresas. Foto: ALFREDO ESTRELLA/AFPUna vez más, no obstante, el mexicano lograría reponerse y, en el 2000, fundó América Móvil, la empresa de telecomunicaciones que agrupó a Telmex y Telcel y que se convirtió en su negocio más importante.
Ese mismo año, a Carlos y a su yerno, Arturo Elías Ayub, se les ocurrió que los clientes podrían, en vez de abonar mensualmente, comprar los minutos de servicio celular que necesitaran.
Entonces, América Móvil introdujo el sistema de crédito por tarjeta prepaga, que pronto se popularizó en todo Latinoamérica y que multiplicó en un 66% la base de clientes de la empresa.
Asimismo, América Móvil supo aprovechar la crisis de las puntocom para adquirir las compañías que quebraron y repetir la táctica de siempre de Slim: comprar, arreglar y vender.
El hombre más rico del mundo durante cuatro años
Ya en 2007, algunas fuentes estimaban que Carlos Slim era la persona más rica del mundo. No obstante, fue recién en 2010 cuando Forbes le reconoció este estatus, por el que, con una fortuna de 53,5 mil millones de dólares, desplazó a Bill Gates y a Warren Buffett.
Por tanto, Slim se convirtió en la primera persona no estadounidense en ser la más rica del mundo, y se mantuvo en dicho puesto por cuatro años consecutivos, hasta 2013 inclusive.
No obstante lo anterior, y como ya era costumbre en la vida de Slim, un suceso complicaría sus negocios.
Carlos Slim se vio afectado por la reforma de la ley de telecomunicaciones de México. Foto: ArchivoEn 2012, el Gobierno de México aprobó una reforma a la ley de telecomunicaciones, que estableció sanciones para aquellos que tuvieran una posición dominante, lo que obviamente afectó al empresario.
En concreto, estaba obligado a bajar hasta un 50% la participación de América Móvil en el sector, por lo que tuvo que vender varios de sus recursos y, además, se vio forzado a organizar el grupo Carso en 4 empresas diferentes: Sanborns, Carso Infraestructura y Construcción, Condumex y Carso Energy.
Pero Slim no se detuvo. Para contrarrestar su retirada parcial del mercado de telecomunicaciones, siguió diversificando sus inversiones.
En 2008, por ejemplo, compró un 6,4% del periódico estadounidense The New York Times, por un valor estimado en 123 millones de dólares. Otro ejemplo lo constituye la compra del 35% de las acciones del equipo de fútbol español Real Oviedo y del 30% de los equipos mexicanos León y Pachuca.
Hoy día, con 85 años, el magnate mexicano continúa con su actividad empresarial, aunque sus esfuerzos y trabajo principal se encuentran en mejorar el empleo, la salud y la educación de México y América Latina. Esto lo hace mediante sus compañías, pero también a través de fundaciones, como la que lleva su nombre.
A través de su fundación, Slim ha realizado distintas obras benéficas. Foto: Reuters/Carlos Jasso La labor filantrópica de Slim le ha valido numerosos reconocimientos, entre los que se encuentran el Premio Enrique V. Iglesias, el Premio Dwigth D. Eisenhower, el premio International Recognition Award y una medalla de la UNESCO.
En cuanto a su fortuna, desde el año 2020, ha logrado crecer sostenidamente.
Actualmente, con un patrimonio de 105,6 mil millones de dólares según Forbes, Carlos Slim es la persona más rica de Latinoamérica y se ubica en el puesto 19 de las mayores fortunas del mundo. El pequeño vendedor de caramelos sí que ha progresado.
Fuente: www.clarin.com



